A Dios no solo le interesa la forma como le adoramos, a él también le interesa es el estado en el que estamos cuando le adoramos, el quiere un corazón dispuesto a adorarle por amor, por agradecimiento y no solo por necesidad material.
Por eso Dios permite que suframos las consecuencias de nuestros actos, para ver si a pesar de todo lo seguimos adorando.
La adoración no puede ser algo mecánico llevado por la costumbre, tiene que ser un sentimiento que salga del corazón.
V 2 “Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad.”
Dios en su misericordia pelea por nosotros. V 3 “Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla.” Y siempre está dispuesto a darnos una nueva oportunidad.
Jesucristo puede hacer de nosotros fuentes de agua viva. V 8 “Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno.”
Si creemos en Jesucristo él puede convertir nuestro corazón reseco en una fuente de agua viva. Juan 7: 38 “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.”
En el mundo es imposible vivir en paz y esa es la queja más frecuente que podemos escuchar. Pero la paz solo será posible el día en que el mundo deje que Jesucristo gobierne la tierra. V 9 “Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.”
Cuando Jehová Dios gobierne nuestros corazones y la tierra en general, sucederá que:
1. La tierra será de Bendición. V 11 “Y morarán en ella, y no habrá nunca más maldición, sino que Jerusalén será habitada confiadamente.”
2. Se luchara para vivir y el esfuerzo no será en vano. V 14 “Y Judá también peleará en Jerusalén. Y serán reunidas las riquezas de todas las naciones de alrededor: oro y plata, y ropas de vestir, en gran abundancia.” Las riquezas de las naciones son para el pueblo de Dios, pero si las conseguimos a través de trabajar y esforzarnos.
3. La Adoración a Dios es una orden. V 16 “Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos.”
Adorar es la máxima expresión de amor. Dios quiere que lo amemos con todas nuestras fuerzas. Deuteronomio 6: 5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.”
4. A través de la Adoración tenemos Bendición. El no adorar a Dios trae maldición. V 17 “Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia.”
Jehová habita en medio de la alabanza de su pueblo. Salmo 22: 3 “Pero tú eres santo,
Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.”
Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.”
La Adoración atrae la presencia de Dios. 2 Crónicas 5: 13-14 “Cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová: y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre: entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová.
5:14 Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.”
5:14 Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.”
En medio de la Adoración y la alabanza Dios hace milagros. 2 Crónicas 20: 22 “Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab, y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros:”
Dios se enamora de un pueblo que le alaba en espíritu y en verdad